Nunca es casualidad por FM Arnaldo Valdes
- IM Francisco León Calderón
- 20 jun 2020
- 3 Min. de lectura
Cada día aparecen en los medios de divulgación, como por arte de magia, niños talentosos en el mundo del ajedrez. Niños que son capaces de enfrentarse al propio campeón del mundo y hacerlo sin que la diferencia sea tan abismal. ¿Es esto un milagro? ¿Es casualidad que nuestro deporte, visto por los neófitos, como un juego de mesa que cualquiera puede aprender y, al poco tiempo se considera un experto, donde se pueden producir estos casos fácilmente? La respuesta es que, no es fácil que surjan talentos de esta magnitud en el ajedrez. Que alguien considere fácil a este deporte y crea que es posible la proliferación de talentos, pues están equivocados.

Para que haya talentos, como hoy día vemos, que a los 12 años ya ostentan el título de Gran Maestro o poseen coeficientes ELO elevadísimos, se necesitan condiciones que en algunos países, ni siquiera en sueños logramos. Habrá casos aislados, en algunos países, donde surjan estos pequeñines con tanta fuerza ajedrecística. Nunca es casualidad.
En primer lugar, la herencia ajedrecística en los países es muy importante. La continuidad de la herencia, el aprovechamiento del legado de ajedrecistas que ejerzan su magisterio en vida o la hayan dejado como herencia, la creación de academias para jugar o aprender, la organización de las fuerzas ajedrecísticas dispersas, la divulgación y la presencia que haga comprender a aquellos que dirigen en escuelas y colegios a niños en edad temprana, la importancia del ajedrez. La importancia de crear una organización que nunca sea aprovechada con fines de lucro por los que la dirigen, sino de recaudar y aportar todo para el desarrollo de los niños, con personas que solamente miren hacia un futuro de desarrollo y progreso. Y así son muchos factores para poderlos enumerar en 800 palabras.
Cualquiera que se acerque a conocer la historia de esos niños talentos, encontrará detrás de ellas, mucho sacrificio, tradición, herencia ajedrecística, organización, captaciones en colegios y eventos masivos de ajedrez, personas encargadas de saber cuándo un niño llegara lejos, planificación, enseñanza y seguimiento del progreso, etc.

La historia del GM Magnus Carlsen es muy conocida, desde que era un niño. Otro de los grandes talentos recientes es el GM Alireza Firouzja, iraní, del que se dice puede ser el futuro retador de la corona mundial. ¿Qué hay detrás del surgimiento del joven iraní? Hay tradición, publicaciones, maestros que trasmitieron sus conocimientos, entrenadores especializados en las edades entre 6 y 12 años, lugares para entrenar, aprovechamiento del internet para crear páginas dedicadas al entrenamiento, personalidades entregadas al progreso de nuestro deporte, nadie que vaya a vivir de los recursos económicos que serían destinados a la enseñanza y el entrenamiento que se logren para promover nuevos talentos, etc.
La idea para hacer este escrito era hablar sobre cómo hacerlo en países que no tienen las posibilidades de lograr captar a estos pequeños geniecillos en ciernes, pero ustedes comprenderán que lo primero que uno tendría que preguntarse es: ¿Podemos? Y de la respuesta que obtengamos, siempre revisando estas vidas de talentos en edades tempranas que han triunfado, si podemos seguir esas experiencias. Comparar es parte del proceso de pensamiento, como adaptar a nuestras propias condiciones es un acto de inteligencia, por eso hay que buscar en las experiencias de otros.
Partir de un concepto que signifique entender que no es necesario tener todas las condiciones creadas, pues genios hemos tenido por estas tierras, desde Capablanca hasta muchos otros que no pudieron llegar más lejos. Conocemos nombres de esta parte del mundo, pero no tiene sentido recordar a estas personas sacrificadas que no llegaron más lejos, entre otras cosas, por el impedimento.

Un tema bien complejo que requiere de más razonamientos y conclusiones. Por hoy, dejamos estas reflexiones.
Saludos,
MF Arnaldo Valdés
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